facebook

domingo, 30 de agosto de 2009

¿CUANTOS INDIGENTES CONOCISTE HOY?

¿A cuántos indigentes conociste hoy?

Hoy conocí a TRES indigentes.

El primero se llama Carlos, es un señor de por allá de Boyacá de un pueblito que uno no conoce pero que debe quedar en Boyacá. Su trabajo es estar todas las mañanas temprano en una de las esquinas del edificio donde trabajo vendiendo cuanto dulce le quepa en una maleta de madera que debe pesar más que la mercancía que le cabe. No tengo ni idea cómo hace para mantenerla siempre llena y variada. Yo sé que es un indigente porque le pregunte por su salario. “Mire dotor, pues a mí me quedan unos 400 mil pesos al mes, apenitas pa mi mujer y pa los 2 chinos, y eso que antes nos tocaba mas jodido”.

El segundo es Neiron. Si, así y tal cual, Neiron, un nombre jodido de aprender pero fácil de relacionar. El man es uno de los que reparte el periódico ADN en el semáforo de siempre. Llega súper temprano a repartir el periódico a todo el que le pita, y a todo el que a 80 kilómetros por hora se pasa del tercer carril hasta el primero todo para recoger el periódico. Tiene 18 años recién cumplidos, se acaba de graduar del colegio, vive con sus hermanas de 16 años y de 2 años, su mamá de 40 y el padrastro de 32 años. El es el único que tiene empleo en el momento, un empleo digno pero jodido, aunque algunos crean que eso de repartir el periódico en un semáforo es muy suave y que por eso pagarían solo el salario mínimo. Eso se gana el man, el mínimo. Aunque hay que descontar el 3% de salud y el 5.6% de pensión, el conclusión de los 500 mil que al man le llegan al mes, le quedan “libres” 460.000 pesos. Este man, como lo he llamado todo el tiempo, que trabaja y camella, es otro indigente más.

La otra es Jenny, la pelada que se hace en el Carulla del lado de mi casa con un paquetico de bolsas negras para la basura. Vende el paquete de no sé cuantas bolsas en mil, es que ya ni le pongo cuidado a cuántas bolsas son las que vienen ahí. Le gustan las chocmelos, esos masmelos con chocolate que las mujeres aman y odian a la vez y casi siempre le regalo uno de esos y le compro las bolsas. Le pregunté descaradamente que cuánto se ganaba al mes y ella me dijo que le quedaban unos 200.000 pesos, que eran para ayudar en su casa con sus otros 4 hermanos, y que su mamá también trabajaba y entre ambas reunían por ahí unos 500 mil. Yo la veo y a mí no me parece indigente, me parece alguien pobre. Pero hoy aprendí que ella es una indigente. ¡Marica!, de hoy en adelante le voy a comprar no uno sino dos paqueticos de no sé cuantas bolsas de basura. Hay que ayudarla.

DEFINICION DE INDIGENTE: Dícese de indigente el Colombia, todo aquel ciudadano colombiano (es decir, con registro de nacimiento, tarjeta de identidad o cédula de este país) integrante de una familia de 4 o más miembros en promedio, y que juntos toditos todos juntitos, reúnen menos de 468.000 pesos al mes; es decir, unos 117.000 pesos por cabeza. Estos son indigentes y no pobres. Hay que llamar las cosas por su nombre.

¿Y entonces quien carajos es un pobre? ¿No son acaso Carlos, Neiron y Jenny los pobres, y los indigentes eran otros, ciudadanos también con cédula y tarjeta de identidad y registro civil, de mal aspecto y con costales en la espalda que se la pasaban cargando cuanta cosa botada encontraban en la calle?

DEFINICION DE POBRE: llámese pobre a ciudadanos que pertenecen a familias de 4 integrantes o más en promedio que no alcanzan a recibir entre todos mas de 1’086.000 pesos al mes, es decir, 271.000 pesos por cabeza. Estos son los verdaderos pobres. Hay que llamar las cosas por su nombre. Si los ciudadanos miembros de una familia de 4 o más reúnen entre todos 1'087.000 pesos o más al mes, entonces ya no son pobres. Hay que llamar las cosas por su nombre.

Es posible que conozcas muchos indigentes que trabajen contigo, te hagan favores, te ayuden con tus labores diarias, te ayuden con tu día a día, que te sacan la piedra y te emputan con la limpiada del vidrio del carro en un semáforo. Algunos son hasta caspas y mala gente. Otros no. Esos son indigentes y no pobres. Hay que llamar las cosas por su nombre.

También es cierto que tú te rodeas de pobres. Esos pobres que ves como a uno más, con quienes compartes muchos instantes del día, a quienes escuchas, que te escuchan, que te ayudan, a quienes das consejos con tu amplia experiencia en la vida y a quienes has aprendido a querer y a interpretar como a uno más. Ellos comparten tu trabajo día a día, madrugan casi siempre más que tú, llegan casi siempre antes que todos al trabajo y eso que casi siempre viven más lejos que nosotros. Y cuando faltan al trabajo es por algo grave, no por maricadas.

¡¡¡¡APRENDE A DIFERENCIAR INDIGENTES DE POBRES!!!!!

Porque la próxima vez que votes por algún aspirante a alcalde, concejal, senador, o presidente, piensa que puedes modificar la vida de las personas con quienes trabajas. Puedes hacer que un indigente deje de serlo, y lo subas de categoría, lo ayudes a ser pobre.

Nosotros, ¡QUE GRACIAS A MUCHAS COSAS ESTAMOS LEJOS DE SER POBRES!, los inteligentes, los duros, los brillantes, los profesionales, los MBA PhD MD, los putas boys de la pradera, somos los que hemos ayudado a los pobres a ser indigentes (a quienes antes llamábamos los más pobres), y a los indigentes a no ser nadie. Bueno, nadie, no, tienen registro civil, tarjeta de identidad y cédula y el derecho a morirse de hambre, de miseria y falta absoluta DE ATENCIÓN PÚBLICA ESTATAL..




PIENSA, POBRE PENDEJO, PARA QUE VOTES, COMO UN INDIGENTE “RICO” ¿?, PORQUE HAY QUE LLAMAR LAS COSAS POR SU NOMBRE…
En Colombia, según las estadísticas, hay 27.700.000 pobres y casi 3.000.000 de indigentes, es decir, que los que podemos mal comer y mal vivir somos unos 12.500.000 personas, digo, indigentes “ricos”, el resto están en los concejos, en las diputaciones, en los ministerios, en la judicatura , en el parlamento, en la banca, en las multinacionales y en la presidencia, los que no están allí, son los hijos de todos estor pro hombres y están haciendo negocios gracias a la información privilegiada de sus padres y familiares…..



BETO

No hay comentarios: